El cierre del Museo de la Historia del Traje: la motosierra impacta otra vez en la cultura
- Valentina Romo
- 14 nov 2024
- 4 Min. de lectura
Un patrimonio que queda relegado y un espacio que desaparece. El Museo deja de ser una institución independiente y su muestra va a formar parte de las colecciones del Museo Histórico Nacional.
El Museo Nacional de la Historia del Traje, como institución, ya no existe. El 30 de septiembre el gobierno informó, a través del Boletín Oficial, que debido a una reorganización de la Secretaría de Cultura, el museo dejó de ser una institución independiente y los bienes culturales que se exhibían en él pasarán a depender del Museo Histórico Nacional (MHN).
La institución fue creada en 1972 como una extensión del MHN y se convirtió en un museo autónomo en 1986 por decisión del presidente Raúl Alfonsín, mediante un decreto. La colección albergaba más de 9700 piezas de indumentaria y accesorios que abarcan desde el siglo XVIII hasta la actualidad. Era el único museo en el país dedicado a la conservación de textiles y vestimenta típica de Argentina. Además de la exposición de trajes, el museo también contaba con bienes documentales.
Victoria Salías, quien fue directora del museo hasta el momento de su cierre, publicó en su cuenta personal en X "El Museo de la Historia del Traje, además de ofrecer muestras temporales, también recibía investigadores, asesoraba a vestuaristas, impartía cursos de formación, generaba contenido académico, brindaba espacio a colectivos artísticos y promovía oficios."
Para los estudiantes de carreras relacionadas con la industria de la moda el Museo era un espacio donde encontraban contenido académico, ya que la institución poseía una biblioteca con más de 4000 volúmenes de libros, revistas y catálogos que reconstruían la conexión entre la vestimenta y la historia del país. Belén Tapia es diseñadora, productora de moda y estilista sanjuanina, al ser entrevistada por este medio declaró que “el Museo del Traje no solo era fundamental para preservar el patrimonio cultural vinculado a la indumentaria, sino también una herramienta educativa para las generaciones futuras."
Desde la Secretaría de Cultura justificaron la medida argumentando que el Museo recibía un promedio de sólo 46 visitantes por día y que el gasto en personal superaba los 66 millones de pesos anuales. Respecto a esto Victoria Salías expresó a través de sus redes sociales, “tenemos un patrimonio hermoso que no podemos exhibir por problemas de espacio”.
¿Por qué son importantes estos espacios?
El Museo como espacio es un lugar de regocijo intelectual cultural, también brinda muchísima información para el desarrollo de las industrias creativas en Argentina.
La industria de la moda no se limita a las tendencias o la estética. La indumentaria que utilizamos es una conexión directa con el mundo. Johnny Combo, diseñador de indumentaria sanjuanino, afirma que “en la indumentaria está como se pueden ver cambios culturales, cambios constructivos, esas cosas se van a perder”. El diseñador sanjuanino resaltó la importancia del trabajo de conservación que realizaba el museo “había mucha gente capacitada que trabajaba el archivo y la colección de manera increíble y con un enfoque crítico y práctico sobre el vestuario”
Emanuel Diaz Ruiz, director del Museo provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, expresó que “el Museo de la Historia del Traje, surge como una necesidad de una memoria material de lo que ha sido la industria textil, la industria del diseño, la industria de la moda. Además es un recorrido de la historia argentina, el cierre de un espacio cultural como este es una gran pérdida”.
Paula Guardia Bourdin es periodista y al ser consultada por este medio ante la situación resaltó, "en cuanto a la importancia del Museo del Traje, hay dos aspectos relevantes. Primero, lo patrimonial implica el tratamiento y cuidado del patrimonio. En segundo lugar, el museo ofrecía un espacio de encuentro, una posibilidad de construir comunidad. Todos estos aspectos quedan relegados si la colección se guarda en un depósito y no en un espacio donde se puedan llevar a cabo actividades y encuentros."
¿Qué significa que se convierta en una colección?
Las prendas curadas y exhibidas por el Museo del Traje formarán parte del patrimonio cultural del Museo Histórico Nacional. En relación con esto, Emanuel Díaz Ruiz afirmó: “El Museo Histórico Nacional tiene una misión y unos valores que no corresponden con los del Museo del Traje. La misión del Museo Histórico Nacional no tiene que ver con exhibir ese patrimonio, nos estamos quedando sin un relato, y se está imponiendo al Museo Histórico un relato que no le pertenece”.
Los trajes, al igual que los bienes documentales que pertenecían al Museo del Traje, tendrán un período de exhibición y otro de conservación, lo que implica un cambio en su cuidado. Esto significa que muchas prendas pasarán a convertirse en archivo. Johnny Combo también plantea una mirada crítica sobre el tema: “Como colección del Museo Histórico Nacional, va a estar guardado, va a quedar obsoleto y no va a estar dispuesto para estudio. Entonces se van a perder muchas cosas y el mantenimiento no será el adecuado. Es una pena porque se subestima el trabajo de años”.
¿Qué va a pasar con el edificio?
El Museo Nacional de la Historia del Traje funcionaba en el barrio porteño de Montserrat, en una casona del siglo XIX. Desde la Secretaría de Cultura se informó que el espacio será destinado a un nuevo centro cultural nacional dedicado a “propuestas no convencionales” de música y teatro. El edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1990, por lo que es poco probable que se realicen reformas significativas. La programación se realizará en conjunto con el Teatro Nacional Cervantes, y se anticipa que el espacio ofrecerá contenidos alternativos a la cartelera nacional.
La desaparición del Museo Nacional de la Historia del Traje representa una pérdida para la cultura y la conservación del patrimonio textil argentino. El cierre de esta institución es un recordatorio de la necesidad de espacios que celebren y conserven la identidad cultural, no solo para las generaciones actuales, sino también para las futuras. La comunidad necesita espacios donde se promueva el diálogo y la apreciación de la indumentaria como parte integral de nuestra historia. En un mundo donde la moda es a menudo vista solo como estética, el patrimonio cultural vinculado a la indumentaria merece un lugar destacado en nuestra narrativa cultural.
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